El gobernador, José Alperovich, se pronunció a favor de que se celebren internas dentro del Partido Justicialista (PJ), para que de estas salga el nombre del candidato que buscará sucederlo tras los comicios del año que viene. “Si hay internas es bueno. Si muchas veces en tu casa, con tus hijos, tenés distintas opiniones, ¿por qué no habrá distintas opiniones en un partido; gente que no esté de acuerdo, que critique? Es sano eso, y es bueno. Dios quiera que surjan, porque tener pensamiento único es malo. Y si tiene que haber internas, que haya internas”, señaló.
Formuló estas declaraciones durante una conversación que mantuvo con LA GACETA, un día después de haber anticipado que no impulsará una reforma de la Constitución para habilitar nuevas reelecciones y que, en octubre de 2015, dejará el Poder Ejecutivo después de 12 años.
Este diario le preguntó cómo consideraba él que debía llegar el peronismo a las próximas elecciones, en atención a que hoy el PJ se presenta dividido en, al menos, tres líneas intestinas: los que se encolumnan detrás de él; los que apoyan al intendente de la capital, Domingo Amaya, y los que se reivindican seguidores del ex intendente de la localidad bonaerense de Tigre Sergio Massa. “Pero si estamos en democracia... Que la gente piense distinto es bueno; hace que todos mejoren. No hay que tenerle miedo. La gente resolverá en 2015”, respondió el mandatario.
De los tres sectores, sólo el massismo hizo pública sus intenciones de pelear por la Gobernación el año que viene. Lo admitió el pasado miércoles 8, durante un mitin del que participaron los legisladores Gerónimo Vargas Aignasse, José Orellana y José Teri; el concejal de la capital Esteban Dumit, y el ex legislador Víctor Arias.
En el mundillo peronista se rumorea que el amayismo iniciará en marzo el “operativo clamor”, por la candidatura a gobernador del intendente. El nombre de Amaya viene sonando desde hace tiempo, pero todavía ningún integrante de su línea interna blanqueó estas pretensiones.
Tampoco se definieron nombres dentro del alperovichismo, aunque eso no quita que no se menciones algunos apellidos. En concreto, se dice que el sucesor del gobernador saldría de la terna integrada por la esposa del mandatario, la senadora Beatriz Rojkés; el ministro de Salud de la Nación -vicegobernador en uso de licencia, y reciente candidato testimonial a diputado-, Juan Manzur, y el diputado -ex ministro del Interior- Osvaldo Jaldo.
“Que siga lo construido”
De todos modos, Alperovich minimizó la relevancia del nombre de su sucesor. Según dijo, lo importante pasa porque esta persona dé continuidad a las políticas en las que, a su criterio, este Gobierno acertó. “No me preocupan (las internas). Como gobernador yo sueño con que se siga manteniendo lo que hemos construido. Hoy, pagar sueldos en tiempo y forma no es ninguna novedad; que no falten insumos en los hospitales, tampoco. Y la gente cada día se va acostumbrando más. Por supuesto que quiero que se cambie lo que se hizo mal; pero que se mantenga todo lo que hicimos bien”, manifestó al gobernador.
Seguidamente, improvisó algunos de los que considera logros que se dieron durante sus gestiones, en las áreas Salud y Educación: “hicimos 350 escuelas, e inauguraremos cuatro más; pusimos a nuevo todos los hospitales”. Pero, en especial, le dedicó un párrafo a comparar la situación financiera de la provincia al comienzo de sus gestiones con la actual: “cuando inicié Tucumán debía (una cifra similar a) tres presupuestos; y tenía afectado más del 100% de la coparticipación. Entregaré una Provincia que durante estos 12 años prácticamente no pidió créditos; que no tiene afectada la coparticipación; y que debe, quizás, (una cifra que representa) un 15% del presupuesto, refinanciada a 200 cuotas. O sea, quien venga a gobernar tendrá una provincia para gobernarla bien, sin los apremios que atravesamos nosotros”.
Finalmente, Alperovich consideró que durante los años de su Gobierno la gente volvió a sentirse orgullosa de Tucumán. “La Provincia volvió a ser el eje del norte”, puntualizó.